El interior de la isla permaneció desconocida hasta 1879, año en que la expedición del teniente de la Armada Ramón Serrano Montaner lo atravesó desde la Bahía Gente Grande hasta la Bahía San Sebastián en el Atlántico.
Más de 4.000 nativos onas o selk’nam habitaban sus pampas esteparias, que la cubren casi por completo desde la boca del estrecho hasta los primeros contrafuertes de la Cordillera de Darwin -al sur-, donde aparecen los matorrales y luego el espeso bosque magallánico. Eran tribus nómadas, de estampa corpulenta y gran estatura, hábiles con la honda, el arco y la flecha, instrumentos que los ayudaban a cazar guanacos y aves. Además eran hostiles a cualquier intromisión en su territorio; por casi medio siglo rechazaron los intentos de penetración que se organizaban en la frágil colonia de Punta Arenas. En su homenaje, los primeros navegantes bautizaron la bahía con el nombre de Gente Grande.
En 1945 brotó petróleo del pozo Manantiales, al norte de la isla. Este hallazgo determinó la transformación del sector norte de la isla, sobre el que fueron construídos nuevos caminos, oleoductos, gasoductos, torres de perforación, poblaciones y plantas de almacenaje y elaboración. Desde 1976 también se extrae petróleo de las aguas del Estrecho de Magallanes, con plataformas de perforación y extracción submarina.